Zidane se movía con la prestancia de un torero. Con una maestría y clase suprema, él orquestaba el juego con inspiración divina. Sus pases eran de una perfección pasmosa, como pinceladas magistrales en un tapiz https://kallumduxo805258.ziblogs.com/38824038/lo-que-dijo-zidane-sobre-el-cabezazo-a-materazzi